miércoles, 3 de julio de 2013

Sacando cabeza

Días en los que darías todo aunque no recibieras nada a cambio. Días en los que todo y nada se vuelven tan similares que hasta se confunden. Días en los que o te fabricas una armadura de paciencia o mueres en…3…2…1.
Días en que te sientes mejor, pero también momentos en los que crees estar peor. Avanzar o rezagarse, difícil decisión, complicado de lograr.


Sonrío, porque, como dije, para llorar siempre tenemos tiempo. Y tuve tiempo, ya lo creo.

Y aunque hoy miro al mundo con mis gafas de color rosa, no olvido por qué soy quien soy ni por qué estoy aquí y no en otro tiempo, o incluso lugar. Cada cual tiene cierta misión que cumplir en la vida. La mía quizá sea luchar contra la nada, seguir adelante aunque nada acompañe o hasta aparentar estar perfectamente, cuando en realidad me gustaría ser avestruz, para no ver más allá.



Dicen que el que está allá arriba (si está), aprieta, pero no ahoga. No me siento ahogada, así que…que siga la función, que hoy no me rindo. Para eso…también hay tiempo.


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