lunes, 27 de mayo de 2013

Ser, sin más


Llega un momento en la vida en que crees que, además de alguna sonrisa, ya no caben más lágrimas. Y llega, y lo ves llegar. Es entonces cuando sabes que, o cambias la situación o, ya que hablamos de cambios, cambias tú. A falta de pan...ya sabes.

Y eso exactamente es lo que hago: cambiar. Todos los días,a todas horas. Cambio de ropa, de reloj, de lugar o incluso de tiempo: de pasado a presente, sin darle demasiadas vueltas al futuro. 

La vida da tantas vueltas que creo que, de querer volver al principio de mi peculiar historia interminable familiar y personal, por ende, no podría. Dejémoslo en que hace un año no era la chica de acero que soy hoy. Tampoco la que golpeaba duramente con palabras aquello que creía injusto. Ni la que defendía su propia independencia o incluso su amor por su mejor amigo, convertido hoy en su pareja, en la persona que le hace sonreír todos los días, sin excepción. "Una sonrisa tuya vale mucho, mucho", dice mientras me mira con sus grandes ojos marrones, enmarcados por unas tremendas pestañas. Y quizá tenga razón. Sonreímos los dos. Lo demás ya...¿qué importa?. Felicidad, dicen que se llama. Me gusta esto de ser feliz de una vez. Ya lo creo.

Me siento en la cama, teclado en mano, dispuesta a escribir el best seller de mi vida, siempre basado en hechos reales, claro. Y me dispongo a escribir sin saber muy bien cómo empezar, pero sí como acabar: tengo final feliz. Lo merezco, ¿no?. 
Posiblemente comience un libro algún día. Y el último párrafo contendrá aquello tan típico de "....y vivieron felices y comieron perdices". Y sonreiré aliviada: misión cumplida. 

Creo que voy a empezar pronto, lo presiento. Se empieza por un blog. Una editorial quiere saber de ti y..."voilà!" , te encuentras sentada en la cama, teclado en mano, escribiendo aquello que alguien leerá y sabrá de quien viene (novedad en su máxima expresión). Dejaré los anónimos aparte. Un minuto de gloria, le llaman. Mi minuto.

De momento me quedo con esta infusión, este viejo teclado y, como no, mi blog. Porque me gusta. Porque me siento libre y porque siento que, ahora más que nunca, empiezo a vivir. 




Miro al futuro y no sé si escribiré un libro, lo que sí sé es que argumento tengo de sobra. Sería una novela complicada, pero con buen final. Tengo protagonista y la conozco bien, cada vez mejor. Los cambios vienen bien para estas cosas. Y me gusto más ahora. Y no sabes lo maravilloso que es eso. Qué fácil. Qué sencillo. Por fin algo sencillo: perfecto. 




2 comentarios:

  1. Disfruta del presente todo lo que puedas :) un besazo! Me alegra volver a encontrarte por estos lares.

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  2. Y que lo digas :) yo también me alegro de volver a estar por aquí y leeros de nuevo. Me gustan los reencuentros ;) un beso!!!

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